domingo, 8 de noviembre de 2015

Y ahora, el postparto



Pues aquí sigo.

He dudado mucho sobre si retomar el blog o no, pero cuando entré y vi que me habíais dejado algunos comentarios, pensé que lo mínimo era entrar a saludar. Me alegra ver que algunos han vuelto al redil (¡Hola Javi! ¡Hola Matrioska!) y que otros seguís incombustibles como siempre. Aunque estaría bien ver que algunos blogs van desapareciendo porque dejan de ser necesarios. O al menos que tuvieran que cambiar la temática porque el peso ya no fuera un asunto del que preocuparse. Pero en fin.

He actualizado el lateral con el resumen del peso que tuve durante el embarazo. Como veréis, descarrilé sobre el cuarto mes (mi embarazo iba con el año así que es fácil de calcular) pero después volví al redil y lo llevé estupendísimamente. 

Embarazo:

07/01/2015 -> 73,4
11/02/2015 -> 74,4 (+1,0)
05/03/2015 -> 75,5 (+1,1)
16/04/2015 -> 79,3 (+3,8)
06/05/2015 -> 80,3 (+1,0)
05/06/2015 -> 82,6 (+2,3)
06/07/2015 -> 82,0 (-0,6)
02/08/2015 -> 83,0 (+1,0)
06/09/2015 -> 84,0 (+1,0)

Mi hijo nació a mediados de septiembre (¡sí, ya tiene casi dos meses!) y yo en dos días ya estaba estupenda y usando mi ropa de antes. Perdí el peso al instante, sólo tenía un kilo más que al inicio del embarazo. Decidí, por varias razones, tomarme una licencia durante la cuarentena. Como todo lo que quisiera y en las cantidades que quisiera. ¿Por qué? Porque necesitaba recuperarme. Porque la lactancia quema muchas calorías y provoca hambre. Porque durante el embarazo seguí una dieta muy estricta (enseguida os lo cuento). Y porque mi hijo tiene una enfermedad congénita que nos hizo temer por su vida las primeras semanas. Y a mi el estrés sólo se me pasa comiendo, qué le voy a hacer.

Así que esto es lo que ha pasado: 

Postparto:

20/09/2015 -> 74,0
07/11/2015 -> 77,5
08/11/2015 -> 77,0



Sí, al mínimo descuido, se me dispara el peso. Again. Al final, estoy otra vez igual que al principio de 2014.

Lo que paso en el embarazo es que tuve hipotiroidismo y diabetes gestacionales (sí, al final había sido todo gestacional) así que mi dieta fue muy restringida. Como el hipotiroidismo muchas veces está relacionado con la celiaquía y la intolerancia al gluten, decidí dejarlo y ver qué pasaba. El resultado fue espectacular. Me sentí maravillosamente bien, aunque a veces es un poco difícil seguir una dieta sin gluten. La hice estrictamente durante dos meses y después lo introduje de nuevo pero en poca cantidad y sólo con alimentos integrales. A día de hoy el pan integral del desayuno es prácticamente el único gluten que tomo.

La diabetes tampoco me vino nada mal. Tuve que eliminar todo el azúcar, lo que me obligó a ser creativa y ¿qué hice? ¡Aprender a hacer postres crudiveganos! Durante la cuarentena me hinché a porquerías pero eso ya se acabó, ahora sigo con mis postres crudiveganos y tan feliz.

Por razones que no vienen ahora al caos, he seguido una dieta vegetariana desde el mes de julio. Ahora suelo comer vegetariano en casa y, cuando estoy fuera, sólo si tengo esa opción. Pero cuando voy invitada a algún sitio no pido nada especial sino que como lo que me pongan. Creo que eso es lo importante, en realidad, encontrar el equilibrio, ese punto donde estamos cómodos porque estamos cuidando nuestra salud y, a la vez, no tenemos que hacer grandes esfuerzos ni sacrificios.

Habría mucho que contar pero creo que ya es suficiente por hoy.

martes, 12 de mayo de 2015

9 días sin gluten


Para resumir muy mucho os diré que tengo hiporitoridismo, que parece que no es gestacional como creían en un principio, sino autoinmune. Tengo los anticuerpos por las nubes. Esto, hablando en plata, significa que mi sistema inmune se ha vuelto un poco loco y en vez de atacar bacterias y bichitos varios, se ha puesto a atacar a mi pobre glándula tiroides la cual, como resultado del ataque, no fabrica suficientes hormonas. O más bien, quizás fabrica suficientes para una persona, pero no para dos, así que el bebé la chupa toda y yo tengo déficit.

Los síntomas del hipotiroidismo son tremendos, y es una de esas enfermedades desconocidas y muy incomprendidas. Muchos días no he podido ni levantarme de la cama, ni hacer nada. NA-DA. Literalmente. Mi capacidad intelectual ha descendido hasta límites preocupantes, he tenido la cabeza constantemente embotada. La piel y los labios secos, afonía, aumento de peso injustificado, estreñimiento severo, caída masiva del cabello, frío constante, uñas débiles, etc. Es una enfermedad que va ganando terreno silenciosamente y, para cuando te quieres dar cuenta, ha venido para quedarse.

Como podéis imaginar, he investigado mucho sobre el tema. Y como era previsible, uno de los factores más importantes es la dieta. Parece ser que hay un porcentaje relativamente alto de hipotiroideos que también son celíacos o tienen intolerancia al gluten. Bien, yo soy una de ellos y os vengo a contar cómo han sido mis primeros 9 días sin gluten.


1) Tengo, por fin, el cutis como es debido, y no lleno de rojeces como lo he tenido en los últimos meses.

2) También la piel de los brazos ha mejorado mucho. Yo tengo esos típicos granitos (no sé si tienen un nombre técnico, seguro que sí)  y no han desaparecido pero casi.

3) Tengo más energía y la cabeza mucho más despejada (aunque en eso también juega un papel importante la medicación, lógicamente).

4) Mis digestiones son ligeras. Como dice Arguiñano: la mejor digestión es la que no se nota (o algo así). Pues bien, yo lo he conseguido).

5) Tengo menos hambre. Como un poquito cada 3 horas pero nunca tengo un hambre canina, no llego a las horas de las comidas principales con hambre voraz y no me pego atracones. Además, después de comer, me siento satisfactoriamente saciada, algo nuevo para mi.

6) He descubierto que se puede vivir sin harinas. No echo nada de menos el pan. Bueno, a veces cuando veo la salsita que queda en el plato me da como morriña, pero ni se me ocurre hacerlo porque sé que no me sentaría bien, y no merece la pena.

7) También he descubierto que se puede comer sin gluten fuera de casa sin mucho problema. Al menos yo que soy intolerante al gluten y no tengo problema con la contaminación cruzada. Quiero decir, que puedo comer algo sin gluten que se haya preparado en una cocina donde también se usa gluten y eso no me afecta.

8) Le estoy cogiendo el gusto a la cocina. Yo siempre había odiado cocinar. Ahora me toca investigar nuevas recetas y nuevos productos (como la harina de maíz o de arroz, por ejemplo) así que estoy en plan Beakman haciendo experimentos culinarios y me lo paso pipa.

9) Por último, parece que he frenado la subida de peso que estaba  teniendo y por la que ya me han echado la bronca la ginecóloga y la endocrino (7 kilos en 5  meses). De todos modos mañana me toca pesarme, así que volveré al menos para actualizar el peso en el lateral del blog.




miércoles, 22 de abril de 2015

¡Bajando!



Esta semana he bajado 300 gramos, sólo con seguir cuatro pautas facilísimas. A veces me sorprende lo fácil que es bajar de peso (o mantenerse) y cómo nos liamos por el agobio del momento, la "comida-confort" y las excusas de "por una vez no pasa nada" o "mi cuerpo me pide azúcar".

¿Qué he hecho?

1) Seguir mis menús semanales según la programación y no saltármelos
2) Beber más agua
3) Los snacks (a media mañana y a media tarde) sólo fruta
4) Comer menos pan
5) Moverme un poco (por poco que sea, siempre me digo "menos es nada")
6) Cenar menos cantidad (pero no tan poca como para que no pueda dormir y me de el atracón a las tantas)

Bueno, al final eran seis pautas, pero son bien sencillas así que espero seguir igual en los próximos meses.


jueves, 16 de abril de 2015

He aprendido a comer (a mi edad...)



Llevaba un mes sin asomarme a esta ventanita virtual. Llevaba también un mes sin pesarme, ni en casa ni en la consulta, porque mi médico pasa bastante del tema peso, cosa que me alegra.  A la mayoría de mujeres embarazadas las machacan con ese tema durante los 9 meses y no se tiene en cuenta que, a veces, el cuerpo necesita coger ese peso extra y que, por más que te cuides, vas a subir más de lo que ellos admiten (que es entre 9 y 12 kilos en todo el embarazo).

Yo estoy en 79,3 kg, o sea que he subido en total 6,4 kg en los 4 meses que llevo de embarazo. Considero que no está mal, aunque estas próximas semanas iré con un poco más de cuidado y, sobre todo, tengo que moverme más (ya, yo siempre tropezando con la misma piedra, que parece que me he encariñado con ella). Entre el mal tiempo que -todavía- hace y lo cansada que suelo estar, no me faltan excusas para no moverme (mal, lo sé).


La cuestión es que me he metido en foros de embarazos y crianza, por eso paso menos por aquí. Pero quería contaros que creo que -por fin- he aprendido a comer. Sobre todo me han venido muy bien las pautas de la nutricionista e ir observando los cambios en mi cuerpo semana a semana. No me refiero sólo al peso, sino a cómo me siento. Ahora ya no tengo esa ansiedad y sé bastante bien qué debo y qué no debo comer. A veces se me antoja algo pero como sé que no me conviene, lo aparto de mi mente en un milisegundo y se acabó el problema. Eso, hace sólo unos meses, parecía imposible de lograr. He aprendido a combinar los alimentos, no sólo dentro de una misma comida sino también a lo largo del día y también de la semana. Tengo menús semanales que sigo bastante estrictamente y cuando tengo que comer fuera elijo con bastante buen criterio.

Así que ánimo a todos, que se puede aprender a comer y se puede hacer desaparecer la ansiedad y la necesidad de comida-confort.


miércoles, 11 de marzo de 2015

El sexo del bebé



Hemos decidido que no queremos saber el sexo del bebé hasta que nazca. La gente no nos entiende, por lo general. Menos mi madre. A mi madre, todo lo que sea hacer las cosas "como antes" le parece estupendísimo. Yo tengo el pálpito de que es una niña (o tal vez sea sólo un deseo) así que como sea niño se me va a quedar una cara de WHAT??!? que vais a flipar.

El peso, bien. Estoy como la semana pasada, así que ésa es una buena noticia. Estoy comiendo poca cantidad muchas veces al día y es lo que me sienta mejor, además de lo que me recomendó la nutricionista para lo de las piedras y la endocrino por lo del hipotiroidismo. Por una parte me arrepiento de no habérmelo tomado más en serio antes para poder empezar el embarazo en mi peso saludable, pero luego me pongo en modo zen y pienso que todo pasa como y cuando tiene que pasar. Que todo está bien.

Así que todo va de maravilla. El poco tiempo libre que tengo lo paso viendo vídeos de partos, entrevistas a matronas y cosas así. Mi primer parto fue tan horroroso que ya me estoy mentalizando para que este sea absolutamente maravilloso, no me pienso quedar con las ganas.

De antojos voy bien. Pero vamos, nada que no pasara antes del embarazo. Que yo antojos he tenido siempre...