domingo, 8 de noviembre de 2015

Y ahora, el postparto



Pues aquí sigo.

He dudado mucho sobre si retomar el blog o no, pero cuando entré y vi que me habíais dejado algunos comentarios, pensé que lo mínimo era entrar a saludar. Me alegra ver que algunos han vuelto al redil (¡Hola Javi! ¡Hola Matrioska!) y que otros seguís incombustibles como siempre. Aunque estaría bien ver que algunos blogs van desapareciendo porque dejan de ser necesarios. O al menos que tuvieran que cambiar la temática porque el peso ya no fuera un asunto del que preocuparse. Pero en fin.

He actualizado el lateral con el resumen del peso que tuve durante el embarazo. Como veréis, descarrilé sobre el cuarto mes (mi embarazo iba con el año así que es fácil de calcular) pero después volví al redil y lo llevé estupendísimamente. 

Embarazo:

07/01/2015 -> 73,4
11/02/2015 -> 74,4 (+1,0)
05/03/2015 -> 75,5 (+1,1)
16/04/2015 -> 79,3 (+3,8)
06/05/2015 -> 80,3 (+1,0)
05/06/2015 -> 82,6 (+2,3)
06/07/2015 -> 82,0 (-0,6)
02/08/2015 -> 83,0 (+1,0)
06/09/2015 -> 84,0 (+1,0)

Mi hijo nació a mediados de septiembre (¡sí, ya tiene casi dos meses!) y yo en dos días ya estaba estupenda y usando mi ropa de antes. Perdí el peso al instante, sólo tenía un kilo más que al inicio del embarazo. Decidí, por varias razones, tomarme una licencia durante la cuarentena. Como todo lo que quisiera y en las cantidades que quisiera. ¿Por qué? Porque necesitaba recuperarme. Porque la lactancia quema muchas calorías y provoca hambre. Porque durante el embarazo seguí una dieta muy estricta (enseguida os lo cuento). Y porque mi hijo tiene una enfermedad congénita que nos hizo temer por su vida las primeras semanas. Y a mi el estrés sólo se me pasa comiendo, qué le voy a hacer.

Así que esto es lo que ha pasado: 

Postparto:

20/09/2015 -> 74,0
07/11/2015 -> 77,5
08/11/2015 -> 77,0



Sí, al mínimo descuido, se me dispara el peso. Again. Al final, estoy otra vez igual que al principio de 2014.

Lo que paso en el embarazo es que tuve hipotiroidismo y diabetes gestacionales (sí, al final había sido todo gestacional) así que mi dieta fue muy restringida. Como el hipotiroidismo muchas veces está relacionado con la celiaquía y la intolerancia al gluten, decidí dejarlo y ver qué pasaba. El resultado fue espectacular. Me sentí maravillosamente bien, aunque a veces es un poco difícil seguir una dieta sin gluten. La hice estrictamente durante dos meses y después lo introduje de nuevo pero en poca cantidad y sólo con alimentos integrales. A día de hoy el pan integral del desayuno es prácticamente el único gluten que tomo.

La diabetes tampoco me vino nada mal. Tuve que eliminar todo el azúcar, lo que me obligó a ser creativa y ¿qué hice? ¡Aprender a hacer postres crudiveganos! Durante la cuarentena me hinché a porquerías pero eso ya se acabó, ahora sigo con mis postres crudiveganos y tan feliz.

Por razones que no vienen ahora al caos, he seguido una dieta vegetariana desde el mes de julio. Ahora suelo comer vegetariano en casa y, cuando estoy fuera, sólo si tengo esa opción. Pero cuando voy invitada a algún sitio no pido nada especial sino que como lo que me pongan. Creo que eso es lo importante, en realidad, encontrar el equilibrio, ese punto donde estamos cómodos porque estamos cuidando nuestra salud y, a la vez, no tenemos que hacer grandes esfuerzos ni sacrificios.

Habría mucho que contar pero creo que ya es suficiente por hoy.

martes, 12 de mayo de 2015

9 días sin gluten


Para resumir muy mucho os diré que tengo hiporitoridismo, que parece que no es gestacional como creían en un principio, sino autoinmune. Tengo los anticuerpos por las nubes. Esto, hablando en plata, significa que mi sistema inmune se ha vuelto un poco loco y en vez de atacar bacterias y bichitos varios, se ha puesto a atacar a mi pobre glándula tiroides la cual, como resultado del ataque, no fabrica suficientes hormonas. O más bien, quizás fabrica suficientes para una persona, pero no para dos, así que el bebé la chupa toda y yo tengo déficit.

Los síntomas del hipotiroidismo son tremendos, y es una de esas enfermedades desconocidas y muy incomprendidas. Muchos días no he podido ni levantarme de la cama, ni hacer nada. NA-DA. Literalmente. Mi capacidad intelectual ha descendido hasta límites preocupantes, he tenido la cabeza constantemente embotada. La piel y los labios secos, afonía, aumento de peso injustificado, estreñimiento severo, caída masiva del cabello, frío constante, uñas débiles, etc. Es una enfermedad que va ganando terreno silenciosamente y, para cuando te quieres dar cuenta, ha venido para quedarse.

Como podéis imaginar, he investigado mucho sobre el tema. Y como era previsible, uno de los factores más importantes es la dieta. Parece ser que hay un porcentaje relativamente alto de hipotiroideos que también son celíacos o tienen intolerancia al gluten. Bien, yo soy una de ellos y os vengo a contar cómo han sido mis primeros 9 días sin gluten.


1) Tengo, por fin, el cutis como es debido, y no lleno de rojeces como lo he tenido en los últimos meses.

2) También la piel de los brazos ha mejorado mucho. Yo tengo esos típicos granitos (no sé si tienen un nombre técnico, seguro que sí)  y no han desaparecido pero casi.

3) Tengo más energía y la cabeza mucho más despejada (aunque en eso también juega un papel importante la medicación, lógicamente).

4) Mis digestiones son ligeras. Como dice Arguiñano: la mejor digestión es la que no se nota (o algo así). Pues bien, yo lo he conseguido).

5) Tengo menos hambre. Como un poquito cada 3 horas pero nunca tengo un hambre canina, no llego a las horas de las comidas principales con hambre voraz y no me pego atracones. Además, después de comer, me siento satisfactoriamente saciada, algo nuevo para mi.

6) He descubierto que se puede vivir sin harinas. No echo nada de menos el pan. Bueno, a veces cuando veo la salsita que queda en el plato me da como morriña, pero ni se me ocurre hacerlo porque sé que no me sentaría bien, y no merece la pena.

7) También he descubierto que se puede comer sin gluten fuera de casa sin mucho problema. Al menos yo que soy intolerante al gluten y no tengo problema con la contaminación cruzada. Quiero decir, que puedo comer algo sin gluten que se haya preparado en una cocina donde también se usa gluten y eso no me afecta.

8) Le estoy cogiendo el gusto a la cocina. Yo siempre había odiado cocinar. Ahora me toca investigar nuevas recetas y nuevos productos (como la harina de maíz o de arroz, por ejemplo) así que estoy en plan Beakman haciendo experimentos culinarios y me lo paso pipa.

9) Por último, parece que he frenado la subida de peso que estaba  teniendo y por la que ya me han echado la bronca la ginecóloga y la endocrino (7 kilos en 5  meses). De todos modos mañana me toca pesarme, así que volveré al menos para actualizar el peso en el lateral del blog.




miércoles, 22 de abril de 2015

¡Bajando!



Esta semana he bajado 300 gramos, sólo con seguir cuatro pautas facilísimas. A veces me sorprende lo fácil que es bajar de peso (o mantenerse) y cómo nos liamos por el agobio del momento, la "comida-confort" y las excusas de "por una vez no pasa nada" o "mi cuerpo me pide azúcar".

¿Qué he hecho?

1) Seguir mis menús semanales según la programación y no saltármelos
2) Beber más agua
3) Los snacks (a media mañana y a media tarde) sólo fruta
4) Comer menos pan
5) Moverme un poco (por poco que sea, siempre me digo "menos es nada")
6) Cenar menos cantidad (pero no tan poca como para que no pueda dormir y me de el atracón a las tantas)

Bueno, al final eran seis pautas, pero son bien sencillas así que espero seguir igual en los próximos meses.


jueves, 16 de abril de 2015

He aprendido a comer (a mi edad...)



Llevaba un mes sin asomarme a esta ventanita virtual. Llevaba también un mes sin pesarme, ni en casa ni en la consulta, porque mi médico pasa bastante del tema peso, cosa que me alegra.  A la mayoría de mujeres embarazadas las machacan con ese tema durante los 9 meses y no se tiene en cuenta que, a veces, el cuerpo necesita coger ese peso extra y que, por más que te cuides, vas a subir más de lo que ellos admiten (que es entre 9 y 12 kilos en todo el embarazo).

Yo estoy en 79,3 kg, o sea que he subido en total 6,4 kg en los 4 meses que llevo de embarazo. Considero que no está mal, aunque estas próximas semanas iré con un poco más de cuidado y, sobre todo, tengo que moverme más (ya, yo siempre tropezando con la misma piedra, que parece que me he encariñado con ella). Entre el mal tiempo que -todavía- hace y lo cansada que suelo estar, no me faltan excusas para no moverme (mal, lo sé).


La cuestión es que me he metido en foros de embarazos y crianza, por eso paso menos por aquí. Pero quería contaros que creo que -por fin- he aprendido a comer. Sobre todo me han venido muy bien las pautas de la nutricionista e ir observando los cambios en mi cuerpo semana a semana. No me refiero sólo al peso, sino a cómo me siento. Ahora ya no tengo esa ansiedad y sé bastante bien qué debo y qué no debo comer. A veces se me antoja algo pero como sé que no me conviene, lo aparto de mi mente en un milisegundo y se acabó el problema. Eso, hace sólo unos meses, parecía imposible de lograr. He aprendido a combinar los alimentos, no sólo dentro de una misma comida sino también a lo largo del día y también de la semana. Tengo menús semanales que sigo bastante estrictamente y cuando tengo que comer fuera elijo con bastante buen criterio.

Así que ánimo a todos, que se puede aprender a comer y se puede hacer desaparecer la ansiedad y la necesidad de comida-confort.


miércoles, 11 de marzo de 2015

El sexo del bebé



Hemos decidido que no queremos saber el sexo del bebé hasta que nazca. La gente no nos entiende, por lo general. Menos mi madre. A mi madre, todo lo que sea hacer las cosas "como antes" le parece estupendísimo. Yo tengo el pálpito de que es una niña (o tal vez sea sólo un deseo) así que como sea niño se me va a quedar una cara de WHAT??!? que vais a flipar.

El peso, bien. Estoy como la semana pasada, así que ésa es una buena noticia. Estoy comiendo poca cantidad muchas veces al día y es lo que me sienta mejor, además de lo que me recomendó la nutricionista para lo de las piedras y la endocrino por lo del hipotiroidismo. Por una parte me arrepiento de no habérmelo tomado más en serio antes para poder empezar el embarazo en mi peso saludable, pero luego me pongo en modo zen y pienso que todo pasa como y cuando tiene que pasar. Que todo está bien.

Así que todo va de maravilla. El poco tiempo libre que tengo lo paso viendo vídeos de partos, entrevistas a matronas y cosas así. Mi primer parto fue tan horroroso que ya me estoy mentalizando para que este sea absolutamente maravilloso, no me pienso quedar con las ganas.

De antojos voy bien. Pero vamos, nada que no pasara antes del embarazo. Que yo antojos he tenido siempre...


lunes, 9 de marzo de 2015

Ambivalencias


Es todo muy raro, a veces.

Ayer hice el anuncio oficial del embarazo. Por una parte, tenía unas ganas terribles de gritarlo a los cuatro vientos. Desde que lo supe no pienso en otra cosa y no quiero hablar de otra cosa. Todas las conversaciones me aburren soberanamente, así que huyo de ellas como de la peste.

Pero, por otra parte, quiero disfrutar este embarazo en la intimidad, con tranquilidad, sin dar explicaciones a nadie. Que sé que me preguntan de buena fe, porque les importa, porque quieren saber que estoy bien (o si no lo estoy). Pero no me apetece decir nada. Ni siquiera cuando me preguntan de cuántas semanas estoy. Una parte de mi reacciona como diciendo "¡¡y a ti qué te importa!!".

Por eso digo, que es todo muy raro. Y no tengo ninguna amiga embarazada actualmente, así que no puedo juntarme con nadie. Pero una buena amiga que es doula me ha mandado unos cuantos libros así que estaré entretenida un buen rato.

Ayer me pese (extraoficialmente, que ya sabéis que el peso oficial es el del miércoles) y sólo había subido 100 gramos, así que por esa parte voy bien. En cuanto a la comida, tengo bastante hambre pero hay muchas cosas que me dan asco. A veces llego a la comida con demasiada hambre, como en exceso y luego me arrepiento porque me cuesta hacer la digestión. El endocrino me dijo que tengo que comer mínimo seis veces al día y, obviamente, poquita cantidad cada vez. Pero a mi se me hace muy raro, eso de sentarme a la mesa a mediodía y comer poco. Es algo que tengo que aprender (y me da que lo voy a aprender a malas).

Así que es todo raro, y bonito, y tengo miedo de engordar demasiado, y de que haya complicaciones, aunque una parte de mi sabe que todo está bien y que todo va a estar bien.

martes, 3 de marzo de 2015

Subiendo... demasiado!



Aunque hoy no es día de peso (es mañana), me he pesado porque tengo que ir al obstetra y no quería llevarme un disgusto en su consulta. Así que me he llevado el disgusto en casita, tan cómodamente.

No es por justificarme, pero tuve dos viajes de trabajo y ahí me dejé llevar, por decirlo finamente. El resultado es que he subido prácticamente un quilo por semana. Así que se acabó la tontería. Ayer compré fruta y ahora me prohibo picar cualquier otra cosa. Por la mañana desayuno mi exquisito batido de avena, a media mañana y a media tarde como fruta (si salgo de casa me llevo barritas de cereales) y en las comidas y las cenas sigo mi plan de antes con alguna pequeña variación porque hay cosas que me dan mucho asco ahora mismo.

En mi primer embarazo no tuve nada de náuseas. Nada. Ni un sólo día. Ni vomité, ni me sentí mal en ningún momento ni nada de nada. Si no es por la barriga, ni me habría enterado del embarazo. Pero esta vez es todo diferente. He tenido muchas náuseas que sólo este fin de semana han empezado a remitir (en la semana 9). Lamentablemente, me asquean y mucho cosas como las infusiones y las verduras. Estoy deseando tener ya los resultados de la toxoplasmosis (me los dan hoy) para poder comer ensalada, porque eso sí me apetece.

Y sí, voy a empezar a hacer ejercicio. Lo prometo.

Por lo demás, todo bien. Tengo ganas de llegar a la eco de las 12 semanas para ya comunicarlo oficialmente. He comprado algunos libros por internet y estoy deseando que lleguen porque ahora mismo, si os digo la verdad, soy toda monotema y me mata no poder hablar con nadie de esto.

Voy a ponerme al día con vuestros blogs porque no os he leído nada de nada y no sé cómo lo lleváis.

domingo, 15 de febrero de 2015

10 kilos



10 kilos es lo que la obstetra me permite engordar en todo el embarazo.

Pero yo tengo hambre.

Todo el tiempo.

De pasta y de dulces, principalmente.

Así que, no os voy a engañar: lo estoy pasando un poco mal.

He decidido que ya no me voy a encargar yo de hacer la compra. Porque me llevaría todo lo "prohibido" o, peor, me lo comería allí mismo. En el super.

He comprado mucha fruta para que, al menos, si pico, pique sano.

Por lo demás, todo está bien. Me hicieron la primera eco y mañana me hago los análisis.


jueves, 12 de febrero de 2015

Año nuevo, vida nueva



Ya sé que eso pega más en enero que ahora, pero enseguida veréis de qué va la cosa. Que es literal.

La semana pasada no apunté mi peso aquí. Hoy me he pesado y veo que he subido 700 gramos desde la última vez que me pesé, hace 15 días. Diréis que 700 gramos no es tanto y que eso enseguida se pierde de nuevo. Pero resulta que estoy embarazada. Y estoy muy contenta, de verdad. Sólo que me gustaría haber cogido el embarazo partiendo de un peso saludable o, al menos, no tan alto como éste.

En mi primer embarazo (hace 10 años) partía de un peso de 55 ridículos quilitos. Me puse 30 encima y nunca conseguí quitármelos. Ahora empiezo con sobrepeso y me da mucho miedo que se me vaya de las manos. Si me pongo otra vez 30 kilos encima voy a llegar a 100 y luego a ver quién es la guapa que los baja...

El caso es que iba a dejar este blog y a hacer uno nuevo que fuera sobre embarazos, partos y todo eso. Pero estuve investigando y resulta que sí se puede hacer dieta y que sí se puede perder peso en el embarazo, así que voy a seguir con este blog en vez de hacer uno nuevo.

Mañana tengo mi primera visita con el obstetra y se lo voy a comentar, por si prefiere que vaya otra vez a la nutricionista o a ver qué me recomienda.

Que sepáis que sois los primeros en saberlo. Que aún no es "oficial" porque sólo es el segundo mes así que, los que me conocéis "en persona" ¡¡no digáis nada!!

Y eso es todo por hoy. Aquí vengo con mi gran alegría y mi gran angustia a la vez. Deseadme suerte...




lunes, 2 de febrero de 2015

Lo estamos haciendo todo mal



Llevo todo el día revisando el libro que debía entregarle a mi editor en diciembre y que, muy amablemente, me ha concedido unos meses más de plazo. De repente he pensado en la cerveza sin alcohol y he tenido uno de esos momentos que David Suchet y Benedict Cumberbatch interpretan tan magistralmente. Un "aha moment", que diría la gran Oprah Winfrey.

He entrado a leer vuestros blogs y he comprobado lo que sospechaba. Siempre he dicho que el blog es terapéutico y todo eso pero las terapias no funcionan si no se hacen bien.

El otro día en un encuentro de bloguers al que me invitaron conocí a una mujer que había perdido 17 kilos en 4 meses. Me hizo sentir muy mal conmigo misma. Pensé ¿por qué ella puede y yo no? Y entré en esa espiral autocompasiva lamentando lo injusta que es la vida y bla bla bla. Cuando llegué a casa googleé la dieta que dijo que hacía. Pronokal. Cuando lo leí se me cayó el mito a los pies. Se ve que la dieta consiste en alimentarse de verduras y de batidos prefabricados durante no sé cuántas semanas y luego, poco a poco, vas introduciendo más alimentos. Recordé cuando yo quise hacer el Master Clenase porque, ya sabéis, a grandes males grandes remedios y en todas las veces que alguno de nosotros ha querido hacer algo radical.

Hoy he pensado en la cerveza sin alcohol porque ha sido mi última incorporación a mis rutinas. Todos los domingos, antes de comer, mi costillo y yo bajamos al bar a tomar el vermut. Que para él es vermut y para mi, hasta ahora, era una infusión. Hasta que un día decidí probar una cerveza sin alcohol. Me sentó bien y ahora es mi nueva rutina dominguera. Y hoy he pensado que si he podido conseguir este nivel de auto-control sin angustia, lo puedo ir extendiendo a todo lo demás. Lo de la presión social, los cumpleaños, cumplir con los colegas y demás sólo son excusas. Bastante burdas, además. Aquí con quien hay que cumplir es con uno mismo y con la propia salud. ¿Que los demás se trincan una hamburguesa con ketchup y patatas fritas? Tú te pides un arrocito o unas verduras a la plancha y tan ricamente, oye. ¿Qué hay que tomar algo y se ponen finos a cerveza y vino? Pues te pides una sin alcohol y la haces durar y, después, no se toma nada más, que tampoco es obligatorio.

Os leo -y me leo- y veo que ponemos el foco en lo que hemos comido mal y de más y en lo poco que nos hemos movido, pero es que ésa no es la cuestión. El descontrol con la comida y la falta de ejercicio no son el problema. Sólo son el síntoma de otra cosa. Otra cosa que será distinta para cada uno, pero que tiene mucho que ver con nuestro nivel de bienestar general. ¿No os ha pasado estar enfrascados en alguna actividad y que pasen horas sin que siquiera penséis en la comida? ¡Pues esa es la clave! Conseguir una vida plena, estar sinceramente satisfechos con lo que hacemos y ocupar nuestro tiempo con cosas que nos gusten, no, lo siguiente.

Así que, no prometo nada, pero voy a intentar cambiar el enfoque del blog. Hablar menos de si he comido bien o mal y de si he hecho ejercicio o no (que suele ser que no) y hablar más de proyectos, de cosas que hago o que quiero hacer, de cosas que hago y quiero dejar de hacer y, en general, de cómo quiero que sea mi vida. Digo que no prometo nada porque no sé si seré capaz de hablar de estas cosas tan personales sin que se me pueda reconocer, pero al menos lo voy a intentar.


Post data: Blogger también lo está haciendo mal. Me pregunta que si quiero traducir mi blog del gallego.









miércoles, 28 de enero de 2015

La factura del cumpleaños


El otro día leí una noticia bastante surrealista sobre un niño al que habían invitado a un cumpleaños y, como no fue, le mandaron la factura para que pagara su parte. Se ve que habían organizado el cumple por todo lo alto y les había costado bastante pasta por cabeza. Aquí podéis leerlo: 

Y diréis que no tiene nada que ver, pero hoy me he acordado de esto porque aquí, ya sabéis, los miércoles es día de peso oficial y ¡¡oh my god!! Ayer fue el cumpleaños de mi costillo, hice unos pequeños excesos y hoy pago la factura de, exactamente, UN KILAZO!!!!

Mis excesos os parecerán ridículos. Consistieron en comer patatas fritas y alioli con el pescado del mediodía y comer tarta de postre en vez de la infusión, tanto a mediodía como por la noche.  SÓLO ESO.

Pero el precio es caro, porque me cuesta bastante perder un kilo como para darme el lujo de recuperarlo así de fácil. Así que hoy toca volver al redil, tomar mis infusiones y nada de lo no permitido. Aunque, ahora que lo pienso, sobró bastante tarta ayer...


lunes, 26 de enero de 2015

Mi menú semanal



Le dije a La Cosa que iba a publicar mi menú semanal y hoy he pensado "ya estás tardando". Así que aquí os lo dejo. Es un menú basado en las pautas que me dio la nutricionista para el asunto de los cálculos biliares así que, aunque no está expresamente pensado para la pérdida de peso, algo hace.

Desayuno (Todos los días)

Infusión + tostada con tomate y aceite y una loncha de pavo

LUNES

Comida. Pavo o conejo con brocoli y ensalada.
Cena. Revuelto de trigueros con gambas.


MARTES

Comida. Pescado con ensalada (variamos entre emperador, lubina, chicharro o dorada, para no aburrirnos). A veces cambiamos la ensalada por verdura hervida, que hace frío por estos lares.

Cena. Sopa y hamburguesa vegetal. (Reconozco que muchas veces uso la sopa de brick, pero es que no doy para más, ni de tiempo ni de energía).


MIÉRCOLES

Comida. Arroz con verdura // Pasta integral con verdura (Una semana de cada)

Cena. Sepia con espárragos. (A veces cambio los espárragos por pimientos, por el frío)


JUEVES

Comida. Tortilla con ensalada.

Cena. Puré de verduras. (A veces le añado un huevo cocido para que sea más consistente y no me de hambre antes de dormir)


VIERNES

Comida. Hamburguesa de avena y lentejas // Legumbres (una semana de cada)

Cena. Pimientos con ventresca.


SÁBADO

Comida. Salteado de verduras // Patatas hervidas con vainas (semanas alternas)

Cena. Sopa y tortilla.


DOMINGO.

Comida. Pescado con ensalada.

Cena. Puré de verduras.


No debería comer pan después del desayuno pero la verdad es que como un trocito en la comida y en la cena. Siempre integral.

A media mañana y a media tarde tomo una fruta, una barrita de cereales o un eko con leche de avena.

No bebo nada que no sea agua, infusiones, leche de avena y, muy de vez en cuando, un café o una cerveza sin alcohol.

O sea, que no soy ni sombra de lo que fui.








martes, 20 de enero de 2015

Resumen de 2014



He actualizado la barra lateral donde voy anotando el peso todas las semanas (los miércoles). Para que no quedara tan llena he resumido los pesos del 2014 dejando sólo uno por mes y cuál ha sido mi sorpresa (agradable) cuando he visto que todos los meses había bajado. Es algo que a veces no se  nota semana a semana (y cuanto más te pesas, peor) porque vas oscilando, un día subes, otro día bajas. Pero lo cuenta es que, al final, el resultado es positivo.

Bajar un kilo o kilo y medio al mes puede parecer poco, pero suelen decir que si lo pierdes despacito luego no lo recuperas, y ése es el objetivo en realidad.

Claro que yo me veo en fotos y vídeos y me veo horrible, enorme, no quepo en la pantalla de la tele... Pero si comparo con fotos y vídeos de hace un año o más, entonces el cambio es super evidente. Por eso, aunque no lo publique aquí, creo que es importante hacer la comparativa con las fotos del "antes y después". A mi me encanta ver ese tipo de fotos en otros blogs, es de las cosas que más me motiva.


domingo, 4 de enero de 2015

Una de cal y otra de arena


Aquí una se pesa religiosamente todas las semanas, haga frío o calor, sea Navidad o Año Nuevo. Como mañana no sé si voy a poder (el miércoles es día de peso oficial en esta casa) me he pesado hoy y lo computo como peso oficial de esta semana.

Nunca supe cuál era la buena y cuál la mala, si la de cal o la de arena, pero vamos a dejarlo así.

La buena es que he bajado medio kilo desde la semana pasada.

La mala es que estoy igual que hace un mes. Un pasito p'alante y un pasito p'atrás, cantaba Ricki Martin o uno de esos.

Lo bueno, también, es que no ha habido descalabro navideño aunque ahora, después de fin de año, me he pesado y he subido un kilazo enterito. Menos mal que el día de peso oficial es el miércoles y aún me quedan tres días para arreglar el desaguisado.




viernes, 2 de enero de 2015

Pánico


¿¿¿A que ahora da miedo pesarse??¿¿Eh??



Feliz año nuevo y que cumpláis todos vuestros propósitos. 
(Os vigilo de cerca, que lo sepáis)