El otro día leí una noticia bastante surrealista sobre un niño al que habían invitado a un cumpleaños y, como no fue, le mandaron la factura para que pagara su parte. Se ve que habían organizado el cumple por todo lo alto y les había costado bastante pasta por cabeza. Aquí podéis leerlo:
Y diréis que no tiene nada que ver, pero hoy me he acordado de esto porque aquí, ya sabéis, los miércoles es día de peso oficial y ¡¡oh my god!! Ayer fue el cumpleaños de mi costillo, hice unos pequeños excesos y hoy pago la factura de, exactamente, UN KILAZO!!!!
Mis excesos os parecerán ridículos. Consistieron en comer patatas fritas y alioli con el pescado del mediodía y comer tarta de postre en vez de la infusión, tanto a mediodía como por la noche. SÓLO ESO.
Pero el precio es caro, porque me cuesta bastante perder un kilo como para darme el lujo de recuperarlo así de fácil. Así que hoy toca volver al redil, tomar mis infusiones y nada de lo no permitido. Aunque, ahora que lo pienso, sobró bastante tarta ayer...