sábado, 27 de septiembre de 2014

Miénteme



Ahora todo es diferente.

Primero dijeron que con la lactancia materna una adelgaza aunque no quiera, porque quema muchas calorías. Pero yo tenía un hambre atroz y no, no adelgacé.

Después dijeron que bastantes problemas tenía (familiares y de trabajo) como para preocuparme por algo tan superficial como el peso.

Después dijeron que, de todos modos, me veía bien. Que tengo una cara bonita y un cuerpo proporcionado. Grande, pero proporcionado.

Y siempre, siempre, cuando intentaba hacer dieta, me dijeron que "por una vez no pasa nada" "tómate otra copa, no arruines la diversión" o "cómo no vas a comer tarta si estamos en un cumpleaños". Siempre era "sólo por hoy" y "no pasa nada" o "a ver si te vas a enfermar por no comer". Y al final me enfermé por comer mal. No mucho ni poco, sino mal.

Cuando alguien me muestre preocupación por su propia situación, nunca voy a quitarle importancia. No voy a decirle que con la ropa adecuada, un poco de maquillaje y el pelo arreglado se verá bonita. No voy a decirle que la vida son dos días y hay que disfrutar, y que la comida es un placer.

No. La comida NO es un placer. La comida es la gasolina que nuestro cuerpo necesita para funcionar bien. ¿Acaso vamos a cuidar mejor nuestros coches que nuestros cuerpos? Porque creo que a ninguno se nos ocurriría echarle al coche una gasolina diferente de la que necesita. Pero al cuerpo se lo echamos todo. Así, como si fuera un vertedero.

Yo ya estoy pagando las consecuencias. Y escribo este post desde el arrepentimiento y con la esperanza de que os motive a quienes aún estáis a tiempo. Para mi nada fue suficiente: ni verme bien, ni entrar en determinada talla, ni pensar en un hipotético perjuicio para mi salud, ni querer tener un embarazo saludable. Nada. Hasta que he llegado hasta aquí y ahora la dieta me la obligan los médicos. Y más me vale hacer caso de una vez.


7 comentarios:

  1. Tiene mucha razón pero en mi caso también me mentía a mi misma siempre en contra la excusa perfecta para autocompadecerme y a mal comer.

    Saca lo positivo de todo esto te hará más fuerte y valorarás todo lo bueno que te pase.

    Un abrazo muy fuerte y aquí estoy para darte apoyo y ánimo.

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  2. Tienes toda la razón,creó que a uno le di en eso porque ellos no pasan por lo que una esta viviendo,tal vez sea de mala fe pro es mejor decir la verdad,los seres que nos hiere. Realmente nos apoyaran,pero adelante no es tarde nunca es tarde,cada uno tiene sus motivos pero que bien le hacemos al cuerpo comiendo lo adecuado. Besitosss

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  3. Muchas gracias por tu reflexión. Creo que tus dos últimas entradas están haciendo que aparezca una gota de concienciación en mi mente, quiero decir que cuando pienso en galletitas me acuerdo de lo que has escrito y me frena. Espero que me dure.
    El miedo a enfermar es una de las razones que me hizo frenar en mi subida de peso, hace un año me empecé a preocupar porque comía demasiados dulces casi a diario y no podía parar. Estaba agotada psicológicamente (casa, niños, trabajo...nunca me dedicaba a mí), comía, obtenía energía rápida y volvía a estar agotada. Entonces me dijeron que lo que necesitaba era dormir más y tener algo de tiempo para mí, que el estrés me hacía comer de más y que había entrado en un círculo vicioso. Mi problema no era en el fondo un trastorno alimentario, era un principio de depresión. La comida me hacía sentir bien y se había transformado en el sustitutivo de todo lo que me gustaba: andar, escuchar música, cantar, leer...
    Quien me lo dijo tenía toda la razón y ahora soy mucho más feliz, aunque haya ganado un par de kilos más. Me recomendó que no intentara ninguna dieta por un tiempo y quizá por eso no soy nada estricta, aunque procuro no pasarme con el picoteo y los dulces.
    Gracias por tu testimonio. Seremos fuertes y cada día más sanas física y mentalmente.
    Un abrazo

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  4. Te entiendo completamente, aunque yo por mi parte la obesidad me llevó a dolores de espalda que no podía soportar y nunca nunca he tenido azúcar, ni diabetes...ningún problema de estos relacionados a pesar de que mis padres si los tienen. Por ese motivo siempre he estado pensando que cuando llegue a su edad, no quiero tener esos problemas, y es mejor comenzar cuanto antes.
    Gracias por tus palabras, y por abrirte tanto a los demás.

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  5. Gracias por los comentarios.Si además de ayudarme a mi misma con el blog puedo ayudar a más gente, no puedo pedir nada más. Estos días estoy un poco depre con el tema y lo paga mi hijo, pobre, que le doy la lata con que se alimente bien para que no le pase lo mismo jajaja

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  6. Hola Ally. La verdad es que tienes toda la razon del mundo. Yo ahora estoy un poco desaparecida y en fase, hay que vivir, voy a comerme todo lo que me apetece. El problema es que se que me estoy haciendo daño, soy consciente....y de que me alimento mal, lo se y a veces hasta lo hago aposta y no puedo seguir asi....

    Mil gracias por tus reflexiones que no solo te hacen pensar a ti.

    Un abrazo

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  7. No sabía que estabas tan chunguilla, espero que tu vesícula se recupere pronto. Anímate mucho, que el ánimo en positivo siempre ayuda en todos los aspectos.

    Sí que ayudas a más gente, siempre es bueno encontrar un Pepito Grillo que nos ponga en nuestro sitio recordándonos lo que hay. La salud es TAN importante que debería ser nuestra primera motivación. Además del "porque yo lo valgo", en mi caso sería "porque mis rodillas lo valen, y mi futuro también".

    Yo tengo últimamente molestias en el costado derecho, me han hecho analíticas y no llego a tener la vesícula tocada, pero tengo algo cerca del rango alto (no recuerdo qué, lo siento). No llega a salirse de lo normal, pero está cerca. He de controlar, antes de que sea tarde. Siempre es mejor prevenir que curar, como ya sabemos, aunque no hagamos demasiado caso.

    Besotes. Ya he vuelto, je je je.

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