Estuve de muy buen humor todo el día; me siento bien, ligera, con energía, con control. La báscula baja muy lentamente, pero yo me siento cada día mejor y la ropa cada día me queda más holgada.
Pero entonces, cuando he entrado para actualizar el blog, de repente me dió un bajón. Sentí que me volvía esa sensación de hambre descontrolada que solía tener por las noches. Pero me dije "bebe agua", "ponte a ver una serie" "juega al buscaminas o algo". Y se me ha ocurrido mirar las fotos de cuando hice el juice feasting. Algún día os las tengo que enseñar, porque parecemos dos personas distintas.
Lo hice en el verano del 2007, después de un par de meses comiendo un 80% crudivegano. El juice feasting no es algo que puedas hacer alegremente, así de golpe, sino que requiere una preparación. Lo que hacía era lo siguiente:
Nada más levantarme, tomaba medio litro de agua con el zumo de un limón.
Después, limpieza de colon y ducha de contraste (agua fría / agua caliente).
Entonces me iba a la cocina y preparaba cuatro litros de zumo de frutas y verduras frescas. Los guardaba cada uno en un bote, para luego irlos mezclando según me apeteciera tomarlos. Los cuatro litros son la cantidad mínima diaria que hay que tomar, porque se trata de un juice FEASTING ("festín") y no de un FASTING ("ayuno"). Si a lo largo del día veía que no era suficiente, me preparaba más, pues no hay límite máximo permitido.
Tomé una foto diaria. Perdí un quilo diario. Mi cara cambió (a mejor, a mucho mejor). Mi salud mejoró. Mi estado de ánimo también mejoró hasta un nivel increíble.
Al quinto día, participé en un temazcal que me sentó divinamente. Fue una de esas sincronías que nos ofrece la vida. No podría haber imaginado un momento mejor para hacerlo.
Ahora me planteo repetirlo, pero hace tanto frío que, sinceramente, poco apetece. Pero cuando veo las fotos de mi cara, de la expresión de mis ojos, de mi piel, todo el cambio que hice fue como si me hubieran quitado mil capas de encima que impedían verme como realmente soy.
Hubo tres cosas que me resultaron muy difíciles:
-en general, echaba de menos el acto de masticar los alimentos. El zumo también se mastica, pero es diferente.
-los dos primeros días tuve bastante síntomas de desintoxicación, por lo que lo pasé algo mal, con dolores de cabeza y algún que otro mareo.
-me di cuenta de que socializamos con la comida. En España, y sobre todo en verano, todo gira entorno a la comida y la bebida. No te puedes ir de cañas y pedirte un agua. Te invitan a barbacoas y a meriendas y ¿qué vas a hacer? ¿No ir? ¿Ir y dar explicaciones de algo que casi nadie va a molestarse en intentar entender? ¿Ir y dar una excusa, mentir y decir que tienes un problema de salud o algo así? A veces pienso que, si no tuviera a un hijo al cargo, me recluiría dos o tres semanas en una casa rural para hacer un juice feasting más largo. Otras veces pienso que eso sólo son excusas y que, si de verdad quiero hacerlo de nuevo, nada me lo impide.
El 12.11.2012 tomé:
-un café con leche de soja
-dos tostadas de pan integral con mantequilla y mermelada de melocotón
-una salchicha de cerdo
-arroz hervido
-dos huevos fritos
-un café
-un cachito de bizcocho casero
-hamburguesa de pollo (con pan; sin salsas)
-ensalada
-4 litros de agua
-ejercicio: no
-suplementos: equinácea, carbonato de magnesio, espirulina
Vaya, el sábado casi hago juicy feasting si no fuera porque también comí algún trozo de queso fresco de Burgos y 4 lonchas de jamón york. Dejé la despensa de fruta de mi madre temblando pero como ayer era mercado en mi pueblo pues ya ha repuesta a topa, especialmente con naranjas, plátanos, uvas, granadas, manzanas, zanahorias, uf cuantas cosas.
ResponderEliminarHola Nina, la diferencia es que en el juice feasting la base son los vegetales, más que las frutas. Pero ciertamente el facilitarle al estómago las tareas de digestión es todo un alivio para este órgano, que no siempre nos acordamos de cuidarlo un poquito.
EliminarCurioso esto del Juice Feasting, no lo había oído nunca... pero imagino que se llevará mucho mejor en verano, ahora con el fresquito empiezan a apetecer comidas calentitas.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de socializarnos a través de la comida, estoy totalmente de acuerdo contigo, aquí todo lo celebramos en torno a la mesa y resulta realmente complicado mantener una dieta (de adelgazamiento). Te pasa el rato dando excusas e intentando convencer a los demás de que te dejen de insistir para que comas, un verdadero martirio...uuuuufffff!!!
El tema de la socialización a mi me sigue costando mucho y llego a comprender perfectamente a los adolescentes que beben por la presión del grupo :S
EliminarPues yo tampoco conocia eso del juice feasting con ese nombre que me hizo mucha gracias.Lo que si tengo un librito que me compre en un centro comercial que habla de algo parecido. Y lo que decis, es que ahora hace mucho fresquito y apetece algo calentito asi que siempre lo podrias adaptar cambiando los zumos por caldos de verduras o pures de verduras, que te parece?
ResponderEliminarPues sí, se podría adaptar, pero los beneficios de la alimentación cruda se pierden con la cocción. Habrá que esperar hasta que cambie el tiempo, unos meses todavía!
EliminarBueno, yo no estoy muy de acuerdo con estas prácticas de choque, lo siento. Todo lo que se va rápido se recupera rápido. Menos el dinero :)
ResponderEliminarEs que no es una práctica de choque para perder peso sino una forma de depuración. Lo utiliza mucha gente después de terapias de quimio o radio, por ejemplo. Los beneficios para la salud son muchos, lo de perder peso y que se te ponga la cara joven y guapa es sólo un bonito efecto secundario. Eso sí, hay que hacerlo bien. Comer crudo durante algunos meses antes y hacer bien, sobre todo, la semana anterior y la posterior. Lo hice durante una semana, después seguí comiendo 80% crudo durante tres meses, hasta que llegó el invierno. Y ese peso nunca lo recuperé.
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