Amelia me preguntaba por el carbonato de magnesio, supongo que porque se ha fijado en que no suele faltar en mi registro de lo que tomo a diario.
Tradicionalmente, en mi pueblo se ha tomado el carbonato de magnesio después de las comidas (y todavía la gente mayor lo toma). Se disolvían unas cucharadas en un vaso de agua y se tomaba, casi como un ritual, para facilitar la digestión y el tránsito intestinal. También alcaliniza el cuerpo, influye en la formación y reparación de casi todos los tejidos del cuerpo humano (huesos, músculos, nervios, tendones, etc) y eso incluye las paredes intestinales. También interviene en la formación de anticuerpos, enzimas y hormonas. Y lo mejor de todo es que no tienen ningún efecto secundario.
Actualmente se comercializa también en comprimidos, lo cual a mi me resulta mucho más cómodo (aunque en polvo no tiene ningún sabor, así que tampoco es muy difícil de tomar). Tomo dos comprimidos de 150 mg cada uno al día, después de cenar. Esto es el 80 % de la cantidad diaria recomendada, y os aseguro que por las mañanas, después de desayunar, soy como un reloj suizo.
Así que eres como un reloj suizo.
ResponderEliminarYa me imagino... con un pajarito en medio de la tripa haciendo cú cú.
Bromas aparte, yo pensaba que para digerir era el bicarbonato de sodio, aunque en realidad, carbonatos son todos...
No había oído hablar nunca de este carbonato, aunque entre ciruelas, salvados y agua... de momento no me hace falta tomarlo :-))